El Auditorio Riberas del Guadaíra se ha puesto en pie con el anuncio de la Semana Santa 2019 de Alcalá de Guadaíra que ha realizado Teodoro Jiménez, una exaltación llena de fe, vivencias personales, recuerdos y sobre todo, identidad alcalareña. El pregonero ha ido desgranando historias, escenas y sentimientos arraigados de cada hermandad alcalareña y sus titulares, creencia cristiana y pasión por la Semana Santa de un cofrade que ha reconocido su amor por Alcalá. “Nací tuyo Alcalá, y moriré alcalareño”.

El Pregón de la Semana Santa de Teodoro Jiménez Serrano, va a quedar para los anales de la historia cofrade de la Ciudad, por su gran capacidad y oratoria que ha tenido para esbozar en unos 50 minutos aproximadamente, sus grandes vivencias cofrades, desde su nacimiento hasta los últimos ensayos o cultos que ha asistido en esta intensa cuaresma que ha realizado. Un pregón sencillo, y a la misma vez esencial para los cofrades. Donde reivindicó, que esa devoción que profesamos en cuaresma, se debe realizar durante los 365 días del año. Pues ellos, nuestros amantes titulares se encuentran todo un año en sus correspondientes capillas y altares.

Momentos especiales que han emocionado, tanto el mismo pregonero, como quienes han asistido al Riberas del Guadaíra, cuando ha tenido momentos para el recuerdo de una figura especial entre los capataces, y que menos de un año se nos fue. Jaime Márquez Oliveros, estuvo también en el atril celestial acompañando al pregonero en su brillante disertación. En el paso de cada chicotá que pegaba al pregón, este capataz, tuvo una llamada especial para recordar a Valeria “Pequeña Guerrera”. Ese Ángel nazareno que formará parte de un tramo celestial al lado de su Virgen del Rosario, como lo ha realizado su madre Vanesa Espinosa.

Durante su disertación, el pregonero fue alzando grandes llamadas, como lo hacen los capataces, en cada chicotá, y ofreciendo en verso y prosa, su amor a raudales, por las Hermandades alcalareñas de penitencia, y las de glorias que también han tenido su correspondiente lugar.

El pregón daba comienzo, con una escena protocolaria en lo alto del escenario del Riberas del Guadaíra, a los sones de la marcha “Cristo de la Bondad”. Seguidamente, tomaba la palabra el presentador del pregonero Enrique Ortiz Montero, miembro de la Junta Permanente del Consejo General de Hermandades, hermano y compadre, del pregonero. Quién esbozo la vida y obra de Teodoro Jiménez Serrano, recordando buenos momentos familiares y pequeñas anécdotas. A continuación sonaba la marcha “Amarguras”, de Font de Anta, por la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila Coronada.

Tras la marcha, se ponía en pie, el pregonero Teodoro Jiménez Serrano quien pidió la venia al Arcipreste de la Ciudad, Rvdo. Padre D. Rafael Calderón García, quién bendijo al pregonero para tomar la palabra, y ofrecer su pregón al pueblo alcalareño. Un pregonero que tras anunciar la llegada de Nazareno, y mencionar “He dicho”, hizo poner de pié a los 900 cofrades que han asistido para presenciar la bella obra escrita. Un pregón para la posterioridad de los alcalareños.

Texto: Alejandro Calderón Sánchez
Fotografías: Rubén Díaz Ruiz