¿Cuáles fueron tus inicios como vestidor de imágenes?

Bueno, mis inicios como vestidor fueron muy a temprana edad, a los 11 años empecé vistiendo imágenes. Primero devociones particulares pero no tardaría en vestir a la primera imagen a tamaño natural poco después aunque fue por un simple hecho puntual y casual.

¿Actualmente que imágenes vistes?

Actualmente soy vestidor de la Virgen del Rosario y la Virgen de la Trinidad de la Hermandad de la Divina Misericordia de Alcalá de Guadaíra, María Santísima de Consolación Madre de la Iglesia de la Hermandad de la Sed de Sevilla, Ntra. Sra. del Refugio de la Hermandad de Pasión de Huelva, Ntra. Sra. de Gracia y Esperanza de la Hermandad de la Oración en el Huerto de Sanlúcar de Barrameda, Ntra. Sra. del Mayor Dolor titular de la Hermandad de la Vera-Cruz y Patrona de la localidad Onubense de Aracena y recientemente he sido nombrado vestidor de Ntra. Sra. de los Ángeles de la Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén de la localidad sevillana de Los Palacios. A parte de las imágenes de la Virgen también visto a las imágenes correspondientes a cada Hermandad que forman parte de misterios como el ángel confortador del Cristo de la Misericordia, el San Juan de la Hermandad de la Sed, etc.

¿Cómo llegaste a la que hoy en día es Hermandad de la Divina Misericordia de Alcalá?

Como todo lo relacionado en estos temas en mi caso de mera casualidad. No soy persona de buscar nada ni de prodigarme. Simplemente las cosas pasan y llegan. En este caso se pusieron en contacto conmigo a través un amigo en común perteneciente a esta Hermandad. Necesitaban en ese momento que la Virgen fuera cambiada. Así llegué y así me quedé y son ya unos 10 años si no me falla la memoria.

Sabemos que entre tus devociones está la Virgen del Rosario, ¿Qué sientes cuando la vistes?

La advocación del Rosario siempre ha estado ligada a mi persona. Soy macareno y por tanto la Virgen del Rosario ha sido pieza clave en mi vida desde pequeño. Dicen que la casualidad no existe y de repente apareció en mi vida la Virgen del Rosario de Santiago a la cual le tengo especial cariño. Son muchos años a su lado, y como quién dice he visto crecer todo lo relacionado con Ella. No solo he visto crecer su Hermandad, sus enseres, su patrimonio sino también a sus miembros. En aquella época en la que comencé con la tarea de vestirla era yo el mayor de todos, así que te puedes imaginar. Ha sido muy bonito ver crecer todo, como una familia se amplia y se forja así misma.

En cuanto a los sentimientos que se despiertan, son sentimientos encontrados. Por un lado respeto al ser la representación de la Madre de Dios y por otro cariño. En parte a las imágenes de la Virgen, al tener que cuidarlas, el sentimiento más que de hijo a veces roza más el paternal. Las mimas, las cuidas, las besas y solo quieres lo mejor para Ellas.

Dentro de esta Hermandad… ¿Qué sentiste siendo la primera persona en vestir a la Virgen de la Trinidad?

Sentí sobre todo ilusión. No solo por mi, que obviamente el estar al lado de la Virgen sea la advocación que sea siempre es una bendición. Yo siempre digo que lo mejor de mi vida es poder agarrarme a la Virgen diariamente. Como decía, no solo por mi sino por los demás miembros de la Hermandad. Nunca olvidaré esas caras de ilusión, de felicidad cuando íbamos a visitar al imaginero mientras estaba en proceso de ejecución la Santísima Virgen o cuando llegó a Santiago. Ese viaje de vuelta desde Córdoba hasta llegar a la Parroquia y poder tenerla ya con nosotros.

Cada vestidor suele tener un estilo o sello que deja a las imágenes en los diferentes cambios que hace, ¿Cuál es el tuyo?

Yo creo que no es el sello del vestidor el que se debe plasmar sino el sello de la imagen propio. Sí es cierto que dentro de las distintas imágenes que puede tener un vestidor puede haber algunas que coincidan y les vaya un estilo parecido pero por ejemplo no se podría vestir igual la Virgen de la Trinidad que la Virgen de Consolación. Son imágenes distintas, con personalidades distintas, características distintas y por tantos sellos distintos.

Intento siempre buscarle a cada una lo que le favorece y eso lleva un proceso. A veces es inmediato, sin ni siquiera haberla tocado ya sabes lo que puede irle o no. Otras veces tienes que ir observando y probando hasta dar con la clave. No olvidemos que el vestir a una imagen no solo es favorecerla a Ella sino también que haya una armonía con el estilo de la Hermandad, con los gustos de la Junta de Gobierno, etc.

De Sevilla y de Nervión, la Virgen de Consolación, ¿Cómo recibiste la noticia de ser el vestidor de esa Virgen?

Bueno eso fue uno de los grandes regalos que la Virgen me ha dado. Yo me he criado en Nervión, mi colegio ha sido las Carmelitas y he vivido siempre en la Avenida Eduardo Dato por lo que a la Virgen de Consolación la he visto desde que tengo uso de razón.

Como todo, casualidades que te llevan a donde estas. Sería finales de junio de 2010 cuando el que fuera Hermano Mayor de la Hermandad, Javier Escudero, se pone en contacto conmigo vía telefónica. Me comenta que si puedo enviarle algunas fotos de mis trabajos que le habían dado referencias mías y mi número y bueno… así lo hice. Volveríamos a quedar días después para tomar un café y conocernos en persona y ahí quedó la cosa.

Pasaron los días y como nunca busco nada simplemente también lo dejé pasar. No volví a llamarle ni el a mi. Es mas, si te soy sincero, pensé que el asunto directamente no había llegado a buen termino porque hay muy buenos vestidores y en aquel momento claro está con mas renombre que yo. A finales de Agosto vuelvo a recibir una llamada de Javier y me comunica de nuevo si podíamos quedar. Yo pensé que seguramente seria para decirme que no o algo similar y le contesté que no había problema, que aunque estaba en la playa yo iría a Sevilla. Le recalqué como ya había hecho antes que no había apuros ni compromiso ninguno por mi parte, que yo comprendía cualquier situación. Javier contestó: “no no, si quiero que vengas para presentarte a los priostes, que veas el ajuar y que decidas que le vamos a poner en los cultos de Septiembre porque eres el nuevo vestidor de la Virgen”. De piedra es poco a como me quedé… A partir de ahí no solo he podido encargarme de la Virgen con la que he crecido desde pequeño sino que he ganado una gran familia.

¿Tienes alguna anécdota de algún cambio de vestimenta que quieras contarnos?

Anécdotas tengo miles. Son muchas las imágenes que han pasado por mis manos oficialmente, no oficialmente (porque siempre hay que echar una mano en ciertas ocasiones), particulares, colaboraciones con imagineros, etc. Como compartimos Hermandad en Alcalá te hablaré de una relacionada con la Virgen del Rosario. Hará como dos o tres años llegó el momento de cambiar a la Virgen para situarla en el Belén que preside la Parroquia de Santiago en fechas navideñas.

Allí estábamos las camareras y yo cuando llegó el momento de ponerle el tocado a la Virgen. Como para esa ocasión no me gusta ponerla de reina sino mas acorde con lo que se está representando empezaron mis dudas. Rebusqué entre los materiales que teníamos y no terminaba de convencerme nada. Fue entonces cuando veo que una muchacha de la Hermandad llevaba un pañuelo al cuello. Le pregunté y me dijo “lo voy estrenando ahora mismo” jajaja la pobre se quedó sin pañuelo todas las navidades hasta que se desmontó el Belén. El pañuelo acabó siendo el tocado de la Virgen. Desde entonces se que lo guarda como recuerdo de aquello.

Antes de finalizar, queremos agradecerte el ofrecer un poco de tu tiempo para este portal cofrade, ¿Quieres decirle algo a los cofrades de Alcalá?

No hay nada que agradecer, ha sido un placer como siempre. Siempre hay que agradecer a las personas que trabajáis en estos medios el compromiso que desarrolláis difundiendo lo que es parte de nuestra historia y nuestra cultura.

A los cofrades de Alcalá solo puedo decirles gracias. Por muchas cosas, por seguir luchando y haciendo que la Semana Santa tome la importancia que se merece, por seguir creando y mejorando en sus Hermandades, por las obras asistenciales tan desapercibidas por algunos. Tenemos que seguir adelante y siempre agarrados fuertemente a las manos de la Santísima Virgen y del Señor. Ese siempre es el buen camino.

Agradecer particularmente a la Hermandad de la Divina Misericordia el haber confiado en mi desde el primer momento y que lo sigan haciendo después de tantos años. Siempre estaré agradecido por el cariño que me demuestran que obviamente es mutuo.